Existe el mito que la anaconda hipnotiza a su presa: como su mirada la emborracha y la presa se fuera mareando hasta que cae. A veces me pregunto:
¿Cuál es nuestra anaconda? ¿Cuál es tu anaconda? Mareados de placeres instantáneos, mirando por todas partes, confundidos, ciego y a gatas quedan...